Matrioska que narra la historia de organización y resistencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para recuperar a sus nietos sustraídos por la dictadura cívico-militar impuesta en Argentina en 1976 que como parte de la persecución política impuesta a militantes comunistas y socialistas de organizaciones como Montoneros y El Ejército Revolucionario del Pueblo ERP sustrajo a los hijos de éstos para ser entregados a familias allegadas a las autoridades de la dictadura.

El arrancamiento de estos menores suponía por parte de la dictadura un intento de cortar el canal de transmisión de la educación comunista y socialista hacia los menores. La recuperación hecha por las Abuelas de Plaza de Mayo de los 139 nietos, representados cada uno en una pequeña matrioska, no solo es una recuperación física sino también una recuperación ideológica de aquella formación que los padres militantes hubiesen dado a sus hijos.