Históricamente, el paternalismo ha sido una herramienta utilizada por el poder colonial para imponer violencia al sur global. Desde la iglesia católica durante la invasión española de los territorios de Abya Yala narrando la inquisición como un acto de supuesta civilización y evangelización, hasta la más reciente invasión de Afganistán e Irak, la violencia impuesta ha quedado impune muchas veces gracias al discurso paternalista de la supuesta liberación y cuidado de los pueblos de estos territorios.

Presentada a los pies del "Monumento a los Pioneros del Congo" en la ciudad de Bruselas, la obra de títeres El bosque que llora y la resistencia del Okapi cuenta la historia de un Okapi que se organiza con otros animales, espíritus y luchadores anticoloniales humanos para enfrentar las narrativas paternalistas del supuesto desarrollo, de la llamada R2P “responsabilidad de proteger”, y de la ayuda y humanitaria y económica hacia los denominados “países en vías de desarrollo”, políticas que se imponen continuamente en los territorios del sur global para garantizar la prolongación del orden colonial. El mismo orden colonial que impuso Bélgica sobre la actual República Democrática del Congo durante el período de control, explotación, persecución y masacre de los territorios y pueblos, bajo una narrativa que presentaba a Leopoldo II como un "filántropo" para infligir violencia con la impunidad que perpetua el paternalismo colonial, una impunidad a la que se enfrentarán el Okapi y sus camaradas.

La obra de teatro fue presentada en el festival de teatro Kunstenfestivaldesarts de Bruselas 2022

Guión y Dirección: Daniela Ortiz - Voz en off francés, inglés y neerlandés: Nabil Lajluf - Performers: Christine Devadder y Nabil Lajluf

Trabajo de Costura: Antonia Molina - Trabajo en Madera: Juguetes Rafael