Ante el crecimiento de la derecha y extrema derecha europeas, ante el fortalecimiento del orden colonial e imperialista, es necesario un antirracismo político, un antirracismo popular, un antirracismo anti-imperialista.
Desde hace más de una década muchas personas migrantes y racializadas en el contexto europeo decidimos reclamar y trabajar por un antirracismo político que entendiera la maquinaria de violencia y explotación contra la población migrante no como meros prejuicios sociales sino como:
- El racismo como un sistema impuesto por el estado y las autoridades a través de las instituciones y las leyes y no
solo como un prejuicio de los ciudadanos y la sociedad civil.
- El racismo institucional como continuidad, dentro de las fronteras europeas, del orden colonial global e histórico.
- El racismo como una ideología.
- El racismo como una maquinaria legal e institucional para crear una sub-clase trabajadora con anti-derechos que permitiera reproducir los grados de explotación impuestos en el Sur Global, dentro de las fronteras del Norte
Global.
- Un control racista militarizado de las fronteras y un control policial del espacio público que alimenta la economía
de la seguridad mientras refuerza la ideología racista en la población blanca.
- El racismo institucional en Europa como parte imprescindible del aparato de dominación global imperialista.
- El racismo de estado e ideológico como una prioridad para la socialdemocracia, la derecha y la extrema derecha
europea, no como un mero chivo expiatorio electoral, sino como una herramienta imprescindible para mantener y
reforzar el sistema capitalista/colonial/imperialista que defienden y desean.
Advertimos desde hace mucho que si el antirracismo no era prioritario y central en la agenda de las izquierdas europeas, y si peor aún ciertas izquierdas además de silencio normalizaron e incluso fortalecieron y defendieron la maquinaria de racismo de estado cuando ocupaban cargos institucionales, esto iba a fortalecer y engrandecer a la extrema derecha, quienes tienen desde hace ya varios años como principal y primer punto en la agenda política el ataque a la población migrante y el fortalecimiento del racismo institucional.
LA IZQUIERDA EUROPEA DE FORMA TAJANTE SE NEGÓ A DAR RESPUESTA A LA DENUNCIA Y ALERTA QUE SE HACÍA DESDE LAS ORGANIZACIONES Y MILITANCIAS ANTIRRACISTAS.
Por otro lado, la potencia de las plataformas y organizaciones antirracistas para responder a la urgencia de la situación actual se ve amenazada por interpretaciones y prácticas políticas propias de la realidad neoliberal en la que vivimos y nos formamos. Interpretaciones y prácticas que deterioran la posibilidad de militancias y no permiten construir un antirracismo no solo político, sino además popular y anti-imperialista. Siendo necesario revisar los siguientes aspectos:
- La interpretación individualista y esencialista de la identidad en muchos contextos del activismo antirracista, en donde
más ha importado demostrar que uno/a tiene la razón en cuanto a decisiones programáticas y posturas ideológicas
únicamente en base a demostrar ser el “más oprimido” y a su identidad y no en base a la contribución a la organización
y fortalecimiento de las luchas.
- La fragilidad de la confianza interna en las organizaciones y plataformas antirracistas por el temor al escrache interno
sea mediante rumores o comunicados restringiendo así el crecimiento de las organizaciones y generando también su
rompimiento prematuro.
- La creencia en muchos contextos que con tener a personas racializadas ocupando espacios de representación en las
instituciones europeas es suficiente.
- La negativa de ciertos grupos y personas a priorizar que para confrontar el racismo es imprescindible confrontar el
imperialismo y el capitalismo.
- La cooptación de la teoría política decolonial por interpretaciones new-age, individualistas e inmediatistas.
- La reproducción y normalización dentro de las militancias antirracistas de discursos imperialistas propios de la derecha
Europea y difundidos por los grandes medios de comunicación occidentales. Discursos atacando frontalmente a
proyectos políticos antiimperialistas del Sur Global, rompiendo así la posibilidad de alianzas políticas con estados,
gobiernos y organizaciones del Sur Global que vienen confrontando el orden colonial, imperialista y capitalista, en
contextos tales como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Iran, Bolivia, China, Gaza o Yemen así como organizaciones políticas
en otros países dominados por las derechas del Sur Global.
- La atomización en grupos pequeños mediados únicamente por la identidad y no por la ideología y la práctica política.
- La negativa de ciertos grupos y personas a considerar la importancia de una pedagogía política hacia la clase trabajadora blanca europea que no sea mediada por la izquierda blanca socialdemócrata y la importancia de una pedagogía política antirracista popular y no punitivista para ampliar las militancias y fortalecer las organizaciones.
Personalmente, cuanto quisiera estar allá para poder contribuir en este trabajo tan urgente, y espero estas palabras se tomen como un intento de aportar a esa lucha en la que tantos creemos y sobre todo que tanto se necesita.
daniela ortiz 11/06/2024